El tío de Mona  

Mona Sadhwani  

Quisiera hablarles de la reunión del grupo internacional a la que asistí el domingo. Había dos miembros, de Israel y de Palestina respectivamente, que hablaron de su experiencia y de lo determinadas que estaban a ver la paz en sus países.  

Ambas habían cruzado la frontera varias veces para asistir a reuniones en el otro lado. Terminaron abrazadas y diciendo que iban a escribirle una carta a Sensei, pues estaban convencidas de que él era el único que podría llevar paz a la región. Se me llenaron los ojos de lágrimas al ver a estas dos mujeres así.  

Yo era la moderadora y pensé que como cierre de la reunión podía relatar mi experiencia. Les conté que uno de mis tíos estaba enfermo en la India y los médicos le aconsejaron tratarse en Japón. Mi tío estaba muy preocupado, su médico estaba en Tokio y no sabia cómo iba a arreglárselas con el idioma. 

Le dije a su esposa que los ayudaría todo lo que pudiera. (Vivo en Kobe que no está cerca de Tokio.) Mientras, hablaron de su situación con un líder político de la India que es amigo suyo. Les dijo que no se preocuparan porque él tenía un buen amigo en Tokio y que le escribiría.  

Me llamaron para decirme que no pidiera permiso en el trabajo para ir a Tokio porque su amigo los había contactado con ése amigo y que todo estaba bajo control. Como deseaba darle las gracias personalmente a esa persona, les pregunte cómo se llamaba. ¡Me quede muda cuando me dijeron que era una especie de líder budista, llamado Daisaku Ikeda! 

Ni esta gente ni su amigo son miembros. Pensé que era una broma, pero resultó ser verdad. Sensei les había enviado el número de teléfono de una persona para que la contactaran. Naturalmente llamé a la persona en cuestión para presentarme y resultó ser un líder a quién ya conocía y que se sorprendió de que estuviera emparentada con mi tío. 

He estado en contacto con ellos diariamente y la Soka Gakkai Internacional (SGI) no sólo ha ayudado en el ingreso hospitalario de mi tío y a que su familia se instale en el hotel, sino que además, Sensei les envió una cesta enorme de frutas y unas flores preciosas. La compasión de Sensei me ha conmovido profundamente. Lo que quiero decir es que tiene tanto trabajo ocupándose de los miembros, y se encarga de todo esto, no porque es un tío mío sino porque un amigo de la India se lo pidió. ¿Y quién es ese amigo? Una persona que Sensei conoció en uno de sus tantos viajes.  
  
 
 
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